¿Y si antes de empezar lo que hay que hacer, empezamos lo que deberíamos haber hecho?

Hoy puse esta frase en el nick de mi Messenger, para quien me tiene dado de alta es común encontrarse con frases, fragmentos, citas, versos; a veces conocidos y otras no tanto, a veces con mucho sentido y otras un poco escaso; pero que siempre tratan de expresar mi estado de ánimo, forma de ver la vida o una simple reflexión del momento.

Cuando la puse, de inmediato me trajo a la mente un tema pendiente en los últimos meses: mi blog personal. Las frases han funcionado bien, pero obviamente por falta de espacio se quedan muy cortas, lo que resulta muy conveniente, pues me permite continuar expresando algunos pensamientos con un mínimo esfuerzo.

Pues bien, eso termina hoy, o por lo menos eso intentaré. Las frases seguirán en el Messenger, pero la oportunidad de reflexión se traslada a partir de ahora a otros ámbitos, un poco más espaciosos.

No es mi intención convertirme en un punto de referencia de nadie, ni en un “lugar” de consulta obligada, mucho menos convertirme en unos de los 3 millones de blogs más visitados del año. Es simple y sencillamente un ejercicio lúdico, reflexivo, incoherente, irreverente, catártico o completamente inútil, según la perspectiva.

El contenido, tan amplio como la vida diaria; lo que veo, huelo, pruebo, escucho, toco o siento. Veremos a donde nos lleva, veremos cómo fluye.

A partir de este momento me doy la más cordial de las bienvenidas… espero que mi estancia en el ciberespacio sea productiva. Si por alguna extraña razón te conviertes en un curioso internauta lector de estas líneas, cualquier comentario será completamente bienvenido.

Ojalá lo disfrutes tanto como yo.

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